Este jueves, Mark Zuckerberg ha anunciado definitivamente el cambio de nombre de su corporación, que abandona el nombre de Facebook para transformarse en Meta. Este cambio de naming viene acompañado de un gran discurso sobre la apuesta por las nuevas tecnologías, el cambio en nuestra manera de entender internet y la importancia que va a adquirir a partir de ahora lo que ellos llaman el «metaverso». Pero, ¿por qué ahora? ¿Cuál es la realidad detrás de este cambio tan precipitado?

facebook meta

Recientemente, Facebook ha sufrido un duro golpe en su reputación debido a la caída global de su sistema a principios de octubre, que dejó sin redes sociales a millones de personas durante más de seis horas. Por si fuera poco, esta caída mundial coincidió con una polémica en la que Facebook estaba envuelto.

Hace unas semanas, una de sus ex empleadas, Frances Haugen, hizo públicos unos documentos internos de la corporación que demuestran que los algoritmos de Facebook fomentan la discordia entre los internautas y que Instagram resulta especialmente perjudicial para el público adolescente: «Había constantes conflictos de interés entre lo que es bueno para el público y lo que es bueno para Facebook».

Por si fuera poco, a raíz de la caída de Facebook, WhatsApp e Instagram, en redes se ha abierto un nuevo debate sobre el problema que supone dejar estos tres gigantes de la comunicación en manos de una sola empresa. Además del coste económico que supuso para la compañía, debemos tener en cuenta el gran coste social que supone dejar sin medios de comunicación a más de 2.300 millones de personas que, por lo general, no contaban con alternativas a dichas plataformas.

En definitiva, lo que tratamos de exponer con estos datos es la que creemos que es la verdadera motivación de Zuckerberg para acelerar el cambio de nombre de Facebook a Meta: una oportunidad de darle un lavado de imagen a su corporación y centrar la atención en otro discurso que le aleje de las polémicas.

«Metaverse first, not Facebook first» – Mark Zuckerberg

Recordemos que esta estrategia es la misma que utilizó Google en 2015, cambiando el nombre de su corporación a Alphabet. ¿Conocéis a alguien que llame Alphabet a Google? Pues eso.

La cuenta oficial de Meta en Twitter ya ha asegurado que el nombre de las redes sociales que gestiona la compañía (Facebook, WhatsApp e Instagram) permanecerá igual. Con lo cual, la conclusión que sacamos de este asunto es que el equipo de Zuckerberg ha enfrentado su mala racha ofreciendo un cambio que da la bienvenida a «el siguiente capítulo de la conexión social», lo cual indirectamente da por finalizado el anterior.

En definitiva, lo que esconde Facebook detrás de este cambio de nombre es mucho ruido y pocas nueces.

 

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